El verano es la estación del año en la que más infecciones
se producen por el virus del papiloma humano en la planta del pie. Mucho tiempo
descalzos, frecuentar piscinas y gimnasios, pequeñas lesiones en la piel y
otras muchas, son las que hacen más frecuente esta infección en verano, aunque
lo más habitual es que empecemos a padecer sus indeseables efectos, pasados unos meses, incluso llegando al
otoño-invierno.
Los papilomas son formaciones verrugosas provocadas por un
virus que pueden aparecer en las zonas de máxima presión del pie y se
caracterizan por un dolor intenso cuando se presionan o se palpan, dando la
sensación de tener algo clavado en el pie. La población con más riesgo de
infección por este virus son adolescentes, jóvenes, personas con mucho estrés o
que tengan las defensas bajas.
Para la prevención del papiloma plantar es importante que
sigamos una serie de consejos:
- Higiene diaria del pie y aplicación de crema para mantener
la integridad de la piel.
- Su vía de entrada suele ser erosiones producidas por
rocas, cortes y lesiones por calzado inadecuado, por lo que se debe prestar
atención y cuidar debidamente los pies.
- En piscinas y vestuarios se recomienda el uso de
calcetines de agua o chanclas para evitar el contagio por contacto.
- No se debe intercambiar prendas de vestir como calcetines,
chanclas, zapatos, etc.
- Es imprescindible tratar patologías de base que favorezcan
la infección del virus como sudoración excesiva, puntos de sobrecarga,
enfermedades vasculares y metabólicas, etc.
- Si hay una persona en casa que padezca un papiloma, evitar
el contacto con sus objetos de higiene, limpiar el baño con lejía después de su
uso, utilizar una toalla para secarse el pie afectado y otra para el resto del
cuerpo. Es importante que la persona que padezca de papiloma plantar consulte
con un profesional en Podología para obtener un buen tratamiento contra este
virus.
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