viernes, 14 de diciembre de 2012

¿Soy pronador o supinador?

De un tiempo a esta parte, una de las preguntas más frecuentes que recibimos los podólogos en nuestras consultas de biomecánica y ortopedia, es la de ¿Qué tipo de pisada tengo: pronador o supinador?. Esta pregunta interesa especialmente a deportistas de cualquier disciplina, pero particularmente a corredores. Uno de los principales motivos que ha provocado el aumento de esta inquietud, es la presencia en el mercado de un número creciente de marcas y modelos de calzado deportivo, que incluyen elementos y diseños específicos para cada tipo de pisada. A grandes rasgos y para no crear confusión, diremos que la dinámica global del pie a la hora de abordar la pisada puede ser:

  • Pronador: cuando el pie realiza un mayor trabajo con la parte interna del pie. Se puede observar en el calzado por desgaste de la zona interior de la suela, desde el talón al primer dedo.
                                                                               PIE IZQUIERDO EN VISION POSTERIOR

  • Supinador: cuando el pie realiza un mayor trabajo con la parte externa del pie. Se puede comprobar en la suela del calzado por desgaste de la zona externa, desde el talón al quinto dedo.
                                                                               PIE IZQUIERDO EN VISION POSTERIOR

  • Neutro: sería la pisada "ideal", en la que el pie no sobrecarga ni por fuera ni por dentro, realizando una progresión más central y despegando por el primer dedo.
                                                                               PIE IZQUIERDO EN VISION POSTERIOR

Hay que tener en cuenta que el problema de la pisada no es tanto la pronación o supinación (ya que son movimientos normales del pie) como el grado de la misma. Un pie ligeramente pronador o supinador, se comportará prácticamente igual que uno neutro y no requerirá ningún tratamiento a priori. Pero tanto la pronación como la supinación excesivas, llevarán asociados en muchos casos, problemas que se desencadenarán de forma más o menos temprana y que serán más o menos graves en función de muchos factores, como por ejemplo: peso de la persona, actividad deportiva y horas de entreno, tipo de calzado, terreno sobre el que se entrena, etc. 

El hecho de tener un pie pronador o supinador, en muchos casos se ve aliviado o mejoradas sus consecuencias, con la elección de un calzado adecuado. Es el caso de pies con leves desviaciones. Sin embargo en otros casos un buen calzado no será suficiente para que el pie trabaje de forma más efectiva y se prevengan las lesiones típicas de una u otra forma de pisar, siendo necesaria la confección de un soporte plantar a medida (plantillas), que neutralice la "desviación" de la pisada. Es por ello que sería recomendable un estudio detallado de la pisada (estudio biomecánico), a toda persona que realiza deporte de manera regular y más aún, a deportistas, que compitan de manera profesional o amateur. 



Es importante tener en cuenta que han surgido muchas zapaterias deportivas y marcas, que ofrecen estudios en la misma tienda para orientar al deportista sobre el calzado más adecuado a cada necesidad, pero no podemos obviar el interés comercial de los mismos y que en la mayoría de casos están realizados por personal  no cualificado. Por todo ello lo más recomendable es acudir a nuestro podólogo de confianza, donde nos realizaran este tipo de estudio de manera profesional y no sólo nos recomendarán el calzado más adecuado a nuestro tipo de pie, sino que nos podrán dar un diagnóstico certero y si fuera necesario nos elaborarán la plantilla o tratamiento más adecuado a cada caso.

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